La osteoartritis (OA) es la forma más común de artritis. Es a veces llamada enfermedad articular degenerativa o artritis de “desgaste”. Habitualmente la OA ocurre con mayor frecuencia en las manos, las caderas y las rodillas.
Con esta patología, el cartílago dentro de una articulación comienza a romperse y el hueso subyacente comienza a cambiar. Los diversos cambios se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo. La OA puede causar dolor, rigidez e hinchazón, y por supuesto debilidad. Hay casos en que se produce una seria disminución de la función y la discapacidad. El empeoramiento de esta enfermedad limita las personas a realizar tareas o trabajos diarios.
En los Estados Unidos, la OA afecta a más de 30 millones de adultos.
Los signos y síntomas de la OA:
-Disminución de la amplitud de movimiento (o flexibilidad).
-Dolor o dolor
-Hinchazón.
-Rigidez.
¿Qué causa la OA?
La OA es causada por el daño o la ruptura del cartílago articular entre los huesos.
Los factores de riesgo
Se trata de factores que pueden dañar una articulación y aumentar el riesgo de OA en esa articulación.
-Edad: el riesgo de desarrollar OA aumenta con la edad.
-Género: las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar OA que los hombres, especialmente después de los 50 años.
-Genética: las personas que tienen familiares con OA tienen más probabilidades de desarrollar OA.
-Lesión o uso excesivo de la articulación.
-Obesidad: el peso adicional actúa como una forma de estrés, ejerciendo más presión sobre las articulaciones, especialmente las que soportan peso, como las caderas y las rodillas. Por otra parte, la obesidad también puede tener efectos metabólicos que aumentan el riesgo de la OA.
-Raza: algunas poblaciones asiáticas tienen menor riesgo de OA.
-Tensión repetitiva en una articulación
¿Quién y cómo se diagnostica la OA?
El diagnóstico de esta enfermedad es del ámbito del médico en el sistema alopático. El médico diagnosticara la OA a través de una revisión de los síntomas, el examen físico, las radiografías y las pruebas de laboratorio. Suele ser un reumatólogo, que es un médico especializado en artritis y otras afecciones relacionadas.
En los tratamientos alopáticos, se incluyen habitualmente:
-Antinflamatorios sintéticos.
-Cirugía
-Dispositivos de apoyo como muletas o bastones.
-Medicamentos, incluidos analgésicos de venta libre y medicamentos recetados.
¿Qué podemos hacer en la medicina alternativa?
La terapia con antinflamatorios alopáticos no frena la patología, solo retrasa su curso. En la medicina alternativa tenemos unas perspectivas terapéuticas mucho más amplias y personalizadas.
La medicina alternativa dispone de varios recursos para atacar este problema desde varios ángulos, desde una perspectiva integrativa. La determinación del apaciente y su constancia en la ejecución y seguimiento de las pautas va a determinar el éxito terapéutico. Es difícil conseguir una modificación del curso de la patología, si no hay una modificación del terreno biológico.
Hay mucho trabajo qué hacer y estrategias a desarrollar en este caso:
-Alcalinización de los tejidos.
-Detoxificación del hígado.
-Fitoterapia anti-degenerativa.
-Homeopatía constitucional.
-Implementación de un estilo de acuerdo a las necesidades personales.
-Reestructuración alimentaria.
-Sesiones de Acupuntura para el flujo correcto de energía en el organismo. La Moxibustion es muy indicada ya que se trata de una patología bioenergéticamente fría.
-Suplementación ortomolecular regenerativa.
-Supresión de los alimentos que favorecen la patología.
-Terapia de protección articular.
Las prioridades van a variar según el grado y la gravedad de la patología y de la edad individual.
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